Se refiere a la estructura jerárquica de los contextos laborales, en cuya base de la producción se encuentra la mayoría de las mujeres y al ascender en esta escala hacia puestos de mayor poder (jefaturas y administraciones) se encuentran principalmente hombres. Por lo tanto, al hablar de división sexual del trabajo, nos referimos a todas aquellas actividades laborales que realizan mujeres y que se encuentran en una situación de opresión, discriminación o desigualdad en base a la reproducción de roles, estereotipos y sesgos de género, lo que trae como consecuencia el impedimento para que puedan gozar de sus derechos y su autonomía económica